Incorporaciones y un caso perdido

En la presente edición, el rombo justiciero tocará el tema de los refuerzos y de un caso perdido.

Rutilantes incorporaciones para fortalecer el chasis del Renó. Ya sólo sus nombres, apodos y contexturas físicas asustan.

Echa y Fermín… Echa y Fermín?. Pero dejémonos de joder por favor! Uno espera como incorporación rutilante que llegue como mínimo Conan el Bárbaro, el Hacha, el Indio, Secuestro, el Tumba o el Corsario Negro, y te aparecen Echa y Fermín! Pero bueno, el Rombo Justiciero no es prejuicioso y les da la chance de demostrar lo que saben. Y en su primera oportunidad, pincharon la goma del auto. Sin palabras...

Otro tema. Confirmado el cambio de mando en la dirección técnica dando el Gato un paso al costado (sólo le falta dar un paso al costado como jugador) y asumiendo el Chipi desde las sombras para hacer dupla con el hombre cerveza, aparecen los nuevos amiguismos.

Como no podía ser de otra manera, el hombre que trabaja con el Chipi, su pareja prácticamente, comienza a acusar lesiones, averías e imposibilidades para jugar en el equipo. Sin embargo fin de semana tras otro se lo ve por los bares porteños, pizzerías fiesteras, Esperanto, etc., etc., etc., transpirando lo que nunca ha transpirado en un partido de fútbol. Dejando todo en la pista cuando de día no puede dejar nada en la cancha. Claro, como el resto de la transpiración de los boliches la genera el Chipi que está a su lado, todo queda apañado y cuando el Buitre tiene ganas es titular en el equipo de su amigo. Sin ir más lejos, apareció en el podio del último partido. Desde cuándo un “habilidoso creador de juego” es figura en un 0 a 0?.

Y para peor, lo último positivo que había hecho fue jugar 10 minutos, hacer un gol y salir. Pero quién es? Gramática? Entra, hace el gol y sale? No, de Gramática el Buitre no tiene nada (tanto en lo deportivo como en lo literario).

Mientras tanto el Renó sigue dando lástima en cada partido que juega, protestando contra fallos arbitrales por offsides inexistentes. Típica impotencia a la hora de generar juego propio. Además ya se está haciendo costumbre el hecho de no juntar 11 “personas” (y no dije jugadores) para presentar un “conjunto” (y no dije equipo) completo.

Lo único aparentemente positivo es que el Rombo Justiciero no está recibiendo esa catarata de denuncias que recibía hace no tanto. Claro indicador de que la gente no está enojada ni de malos ánimos con el desarrollo del renó. Por las dudas el Rombo insiste: rombojusticiero@gmail.com